La Casa de los Secretos

María de Lourdes Victoria

Hace unos meses, por causalidad, más que por casualidad, María de Lourdes Victoria compartía en un foro algunas fotografías de su libro La Casa de los Secretos. Algo en su bellísima portada me compelió a comprarlo y leerlo de inmediato. Desde que tuve las letras de María Victoria en la pantalla de iBook, me fue imposible dejar de leer. Siempre he creído que cuando uno encuentra una joya, está obligado a compartirla con el mundo. Es por este motivo que hoy entrego, a través de una reseña aficionada, algunas de las perlas que La Casa de los Secretos encapsula en su relato.

La Casa de los Secretos es una novela histórica que después de las primeras páginas se convierte en un transbordador que trasladará al lector hasta el México de la mitad del siglo XIX. El escenario es simplemente mágico; colinas color esmeralda adornadas de abundante vegetación, calles empedradas, cabalgatas y memorias ancestrales. La narrativa pronto se transforma en un homenaje a Oaxaca, a su gente, a su mezcolanza prodigiosa, a su comida, a sus tierras, cerros y valles. El relato es espectacular, cargado de amores perdidos, imposibles, leales, sumisos, rebeldes y extraordinarios. Aparece la indígena que cede el destino de su único hijo para que ella pueda cumplir con el suyo, aparece el soldado, apuesto y arrojado, que se deja el alma en el campo de batalla defendiendo a la patria, aparece la migrante irlandesa, casta e ingenua, que termina regalándole su vida a México. Pero la travesía no termina ahí, la novela nos remonta al futuro, hacia la primera década del siglo XX, en plena Revolución Mexicana y es ahí, en ese contexto, en el que los secretos que se gestaron en el pasado serán revelados. Este fabuloso engrudo de vidas, sucesos e historias te hará reír y llorar, te mantendrá en suspenso, y no te permitirá soltar la lectura. La Casa de los Secretos es una obra exquisita, capaz de hacerte percibir los aromas de una tierra repleta de folclor, de mezcal, chocolate amargo, cilantro, romero y laurel.  Al pasar las páginas cargadas de vivencias ficticias y de realidades históricas, podrás sentir la lluvia mojar la tierra, el calor abrazador del sol y la suavidad de una tortilla recién hecha. Es un recuento de amores, de sangre, sudor y deber. ¡Es simplemente único!

Después de haber leído esta maravillosa novela, la vida me llevó a establecer contacto con su autora, y aunque aún no hemos tenido la oportunidad de conocernos en persona, estamos conectadas en intelecto y corazón.

María de Lourdes, tu prosa es una poesía, tu narrativa es un disfrute, por favor sigue escribiendo y contándonos relatos sensacionales. ¡Gracias!